jueves, 18 de junio de 2009

Ay Telefónica


Me agarraste otra vez. Sí pues, eres muy viva. Demasiado viva. Aún recuerdo nuestra primera enemistad hace unos años. Juntaba de ripio en ripio para comprarme una tarjeta de 5 soles que sólo te permitía enviar mensajes de texto. Aquella vez me dijiste: Activa 5 soles y además te regalamos 20 minutos para que llames en las noches!!!

Yeeeee. Mi alegría era la de tantos misios que, como yo, teníamos los dedos encallados de tanto escribir mensajes de texto.

Activé, esperé la madrugada, hablé mis 20 minutos con mi peor es nada y cuando éstos se agotaron, automáticamente se cortó la comunicación. Era justo y necesario. Todavía me quedaban mis preciosos 5 soles de mensajes de texto. Nos texteamos.

La semana siguiente volví a activar y repetí la misma operación. Sólo que ¡oh sorpresa! transcurridos los 20 minutos no se cortó la llamada. Casi al borde de las lágrimas comenté:

- Amor, Telefónica...

- ¿Qué?

- Es que...

- ¿Sí, dime?

- No lo puedo creer...

- ¿Qué cosa? Dime por Dios!!!

- Me está regalando minutos!!!

- Noooooooooo. Anda.

Y seguí hablando con ella 5 minutos más de lo previsto. La tremenda indignación vendría después. Cuando me cortaron la llamada, mi saldo estaba en cero. Cuando al día siguieente le pregunté a la operadora, una señora muy bien entrenada que repetía palabras amables con su dulce timbre de voz mientras me mandaba al carajo, me dijo que las tarjetas de 5 soles ahora también sirven para hacer llamadas, por lo que, transcurridos los 20 minutos de regalo, se empezaban a comer mi saldo. Le pregunté porqué no informaron del cambio de restricciones en la tarjeta, me dijo que todo estana detallado en su página web, tan pesada que demora como 20 minutos cargarse completamente aquí en la lejana provincia de Iquitos. ¿Cómo?

Caí redondito. Simplemente metiste tu mano en mi bolsillo y me quitaste todo el sencillo. Es que no hay quien te gane verdad? Eres un as de las estafas, digo, de las finanzas.

Aquel fue el primero de los cuentos que me comí. Después vendrían más, claro, pero para qué seguir haciendo hígado? Vayamos de frente a la última versión de tu flauta mágica.

Soy asiduo consumidor de la promoción Triplica, que a veces es de 10 o más y a veces de 15 o más. Es decir: si activas 10 soles te dan 20 soles de llamadas gratis. Total, 30 soles. Si activas 15 soles te dan 30 soles de llamadas gratis. Total 45 soles. El valor de la tarjeta puedes usarlo indistintamente en mensajes de texto o llamadas, pero los 20 o 30 soles que te "regalan" sólo puedes utilizarlo en llamadas a otros movistar o fijos.

Hasta ahí todo Ok. Chevere.

Pero oh! excelsa Compañía, cuando ya tenías a todos tus cosumidores acostumbrados a tu modalidad de repartición (10 + 20), se te ocurrió lanzar el Quintuplica. ¡¡¡5 veces tu saldo a partir de recargas de 15 soles, o sea, 75 soles!!!!

Esto había que probarlo. Como un animalito detrás de un dulce, y pensando que sería como el triplica, rompí mi alcancía y conté quince moneditas de a sol. Luego fui a la bodega y pedí una de 15. La activé, hice lo que me pedían, pero, he allí el truco:

Cuando activabas perdías toda posibilidad de enviar mensajes de texto, ya sea a otros Movistar o a Claro. Es decir tooooodo tu saldo (75 soles) solo te servía para llamadas (que se consumen más rápido), pero además...

El precio habitual de las llamadas se incrementaba, y

Si tenías la mala suerte de estar en la Tarifa Unica, la diferencia de tarifas era aún mayor.

Según los especialistas, la promoción incluía un cambio de plan. Nada que ver con sus promociones de Triplica.

Una estafa maestra. Veo que están refinando sus técnicas. Bien por ustedes, muchachos de marketing. Realmente saben cómo manipular la información presentada en la publicidad. Nadie nos informó sobre las condiciones, y en sus mensajes de texto promocionales sobre el Quintuplica ni siquiera decía (como otras veces) "Informate en www.....etc"

¿O sea? Rompí mi chanchito por las huevas.

Pero bien merecido lo tengo por creer que las grandes empresas actúan pensando en sus clientes.

Telefónica me mostró su enorme sonrisa, y yo le ofrecí mi exigua billetera.

A estas alturas estoy pensando seriamente desertar de ciudad Telefónica y mudarme a la provincia Claro.

Por todo lo dicho y por todas las cosas que no dije porque que se diluyeron en la indignación, he decidido felicitar a Telefónica por sus importantes logros en el ámbito de la publicidad engañosa. Y que viva el Perú, el paraíso de los engaños.

2 comentarios:

  1. Por que siguen comprandole???

    Solo compren internet y un plan VoIP que incluya msgs de txt o algo asi....??? Por que seguir regalando plata... yo gasto mis 15$ Mensuales pero llamo muchisisisisiisimo mas que cualquiera de mis amigos que gastan hasta 100Soles mensuales...

    ResponderEliminar
  2. Hay que ser bien pavo para seguir con el servicio no?
    Si no fuera por que aún no se implementa la bendita portabilidad numérica, ya los hubiera mandado a rodar.

    ResponderEliminar