La otra vez estaba en el cruce de Ucayali con Arica, esperando a que haya un hueco para poder cruzar, cuando de pronto un par de enormes colectivos se aparecieron a toda velocidad, como si bajaran de una colina. Iban por Arica, cada uno tratando de sobrepasar al otro. El primero hizo un quiebre para adelantar un motocarro y por poco no arrolla a una peatona que esperaba en la vereda. El segundo, rezagado, frenó intempestivamente al encontrarse con un policía motorizado. Cruzó despacito la Ucayali, y cuando se aseguró que el tombo ya no lo veía, aceleró a toda marcha para recuperar el terreno perdido.
Parecían dos niños jugando con su triciclo. Sólo que este juego ponía en riesgo la vida de todos. Hacía menos de una semana que un chofer de colectivo había matado a un adolescente en la calle García Sanz y dejado grave a otro, y estos conchas no parecen aprender la lección. A veces pienso si serán seres humanos, animales con apariencia humana, o sicópatas enfermos. De otra forma no puedo entender cómo tienen tanto desprecio por la vida. Sólo cuando matan o dejan tirado a un peatón en la pista, viene la policía y los agarra, ahí recién ponen cara de cojudos arrepentidos, algunos hasta con ganas de llorar. Francamente patético. El servicio que estos choferes brindan es pésimo y son un dolor de cabeza para los otros vehículos porque paran en donde se les da la gana, y como la mayoría de pistas en Iquitos son angostas, detienen la circulación.
(Los peatones tambien son unos imprudentes porque levantan la mano para tomar el colectivo en cualquier parte, pero me ocuparé de ellos en otro post)
Lógicamente, los choferes se rigen por la triste ley de la oferta y la demanda: más pasajeros, más plata. Esta forma dehumanizada de tratar a nuestros semejantes ha dejado varios muertos en la ciudad. Para el empresario del transporte público no somos más que fichas de una tablero de ludo, y si te comen, te jodiste. Total, todo se arregla en la comisaría. ¿Y la prensa? La prensa informa un ratito no más, después se olvida. El concepto de las "noticias frescas" hace que estas cosas sean "periódico de ayer".
¿Acaso alguien sabe qué pasó con cada uno de los choferes que mataron gente en las calles sólo este año?
En mi opinión, la ley de la oferta y la demanda puede ser útil en otros ámbitos, pues enriquece el mercado de opciones y favorece al consumidor final, pero cuando se tratan de "servicios públicos", debemos hallar alguna forma de regulación. Estos animales al volante no tienen otra cosa que en qué pensar más que en llevar más plata a la casa, aunque tengan que ir matando por ahí y dejando hecho un caos el tráfico en la ciudad. Por eso sus empleadores deberían controlarlos mejor y asignarles un sueldo estable más alla del número de pasajeros que recojan. Controlarles el tiempo que demoran en llegar de un paradero a otro, ordenándoles que no pueden llegar en menos de tantos o cuántos minutos. Un monitoreo directo al chofer del colectivo arreglaría bastante las cosas.
Pero claro, los dueños de las unidades son tan perros como los choferes, y no estarían dispuestos a invertir un sol más por el bienestar de sus usuarios. "No, no, de ninguna manera, si ni siquiera hago para mi comida, la gasolina ta cara, los repuestos han subido, que se arreglen como puedan, yo sé que tengo buenos choferes" ya puedo escucharles decir con la cara de ofendidos.
¿Cuándo dejaremos de tirar para nuestro lado y empezar a actuar coordinadamente Autoridad-policía-empresario-chofer y usuario?
TOMEN CONSCIENCIA HIJOS DE... IQUITOS
Parecían dos niños jugando con su triciclo. Sólo que este juego ponía en riesgo la vida de todos. Hacía menos de una semana que un chofer de colectivo había matado a un adolescente en la calle García Sanz y dejado grave a otro, y estos conchas no parecen aprender la lección. A veces pienso si serán seres humanos, animales con apariencia humana, o sicópatas enfermos. De otra forma no puedo entender cómo tienen tanto desprecio por la vida. Sólo cuando matan o dejan tirado a un peatón en la pista, viene la policía y los agarra, ahí recién ponen cara de cojudos arrepentidos, algunos hasta con ganas de llorar. Francamente patético. El servicio que estos choferes brindan es pésimo y son un dolor de cabeza para los otros vehículos porque paran en donde se les da la gana, y como la mayoría de pistas en Iquitos son angostas, detienen la circulación.
(Los peatones tambien son unos imprudentes porque levantan la mano para tomar el colectivo en cualquier parte, pero me ocuparé de ellos en otro post)
Lógicamente, los choferes se rigen por la triste ley de la oferta y la demanda: más pasajeros, más plata. Esta forma dehumanizada de tratar a nuestros semejantes ha dejado varios muertos en la ciudad. Para el empresario del transporte público no somos más que fichas de una tablero de ludo, y si te comen, te jodiste. Total, todo se arregla en la comisaría. ¿Y la prensa? La prensa informa un ratito no más, después se olvida. El concepto de las "noticias frescas" hace que estas cosas sean "periódico de ayer".
¿Acaso alguien sabe qué pasó con cada uno de los choferes que mataron gente en las calles sólo este año?
En mi opinión, la ley de la oferta y la demanda puede ser útil en otros ámbitos, pues enriquece el mercado de opciones y favorece al consumidor final, pero cuando se tratan de "servicios públicos", debemos hallar alguna forma de regulación. Estos animales al volante no tienen otra cosa que en qué pensar más que en llevar más plata a la casa, aunque tengan que ir matando por ahí y dejando hecho un caos el tráfico en la ciudad. Por eso sus empleadores deberían controlarlos mejor y asignarles un sueldo estable más alla del número de pasajeros que recojan. Controlarles el tiempo que demoran en llegar de un paradero a otro, ordenándoles que no pueden llegar en menos de tantos o cuántos minutos. Un monitoreo directo al chofer del colectivo arreglaría bastante las cosas.
Pero claro, los dueños de las unidades son tan perros como los choferes, y no estarían dispuestos a invertir un sol más por el bienestar de sus usuarios. "No, no, de ninguna manera, si ni siquiera hago para mi comida, la gasolina ta cara, los repuestos han subido, que se arreglen como puedan, yo sé que tengo buenos choferes" ya puedo escucharles decir con la cara de ofendidos.
¿Cuándo dejaremos de tirar para nuestro lado y empezar a actuar coordinadamente Autoridad-policía-empresario-chofer y usuario?
TOMEN CONSCIENCIA HIJOS DE... IQUITOS
cuando alguna autirdad pone las cosas en su lugar! y cuando los policias dejen de vaguear!
ResponderEliminarsaludos